Las carreras no solo consisten en alcanzar una gran velocidad en la pista, también se tratan de diversión, de disfrutar la compañía de tus amigos y la libertad. Por esa razón, BMW Motorrad, de la mano de la corredora amateur Joy Lewis, decidió conocer más de las carreras vintage de Japón. En esta primera parte, hablaremos sobre la experiencia vivida por las calles de Tokio.
Conoceremos ese espíritu de corredores que promueven los pilotos de motos vintage de Japón junto a Joy Lewis. Además, en la segunda parte de esta fantástica crónica, nos adrentraremos en el mundo del artista de la personalización, Daisuke Mukasa y el Curry Speed Club en la gran metrópolis de Tokio.
Pero por ahora, nos concentramos en la experiencia de Lewis por las calles de la ciudad. De acuerdo a BMW Motorrad, Lewis se dispuso a conducir la R nineT Racer en una carrera vintage en el Fuji Speedway. Para llegar a su destino, tuvo que atravesar la mega metrópolis y recorrer las solitarias carreteras que rodean al monte Fuji.
“Japón cuenta con una importante escena de carreras vintage. Daisuke formó el Curry Speed Club hace diez años y comparte su pasión por las motos vintage con su amigos”.
Joy Lewis
Paseando por Tokio
Sin duda, Tokio es una de las ciudades más grandes y hermosas del mundo. Es una metrópoli en donde el misterio y secreto se unen para ofrecer mucho más que templos y tecnología.
La corredora Joy Lewis disfruta de las calles de Japón a bordo de la R nineT Racer. Por supuesto, durante su recorrido tiene la suerte de ver de cerca los grandes rascacielos iluminados. También se traslada por las autopistas urbanas y callejones angostos para descubrir lugares y personas de interés.
Las luces que iluminan la ciudad
De acuerdo a BMW Motorrad, esta gran ciudad japonesa irradia una potente luz, y no precisamente por el brillo de sus carteles publicitarios. En efecto, la urbe constituye la mayor área metropolitana del mundo. Esto se debe a que Tokio tiene una población de 38 millones de habitantes. Sin embargo, no transmite la sensación de agobio que predomina en otras ciudades, e incluso, invita a transformarse y reinventarse continuamente. Por este motivo, Tokio se ha convertido en una ciudad con mucho potencial desde hace varios años. Aquí, el pasado cobra vida y los motoqueros son una fuente inagotable de inspiración para los artistas de la personalización y los corredores vintage.
Afortunadamente, y a pesar de todas las distracciones que presenta la ciudad, las señales de tráfico en Japón siguen la línea de las convenciones internacionales. Joy Lewis decide acelerar y meter segunda. Ahora, hace un largo giro a la izquierda y se dirige hacia el puente Rainbow, donde el tráfico se divide en dos pisos de cuatro carriles. Una estructura que sorprende a más de un conductor.
Lo mejor de todo, es que el ocaso se extiende al otro lado de la bahía, dejando una vista impresionante. Asimismo, los rascacielos se hacen ver en el paisaje urbano, y la Torre de Tokio, con su característico color rojo brillante, se alza justo en el medio.
Joy respira en este mar de luces y pone tercera. SLa piloto se inclina tras el semicarenado de la R nineT Racer y cruza el puente. Al final de este, gira a la izquierda, da una vuelta y se dirige al centro de una ciudad vibrante, contradictoria y diferente a cualquier otro lugar. La educación y tranquilidad de la gente contrastan con el volumen de las pantallas publicitarias y la música pop.
El arte del manga en Shibuya
El tráfico comienza a ponerse pesado en el cruce de Shibuya, uno de los más famosos del mundo. De hecho, resulta un espectáculo ver a miles de personas cruzar esa calle cuando el semáforo se pone en rojo y los vehículos se detienen. Pero, eso no es lo único que llama la atención. Aunque parezca increíble, las personas que viven en las viviendas de los callejones del barrio de Shibuya, necesitan un GPS para orientarse. A pesar de la cantidad de gente que vive en esta zona, predomina el silencio, y se puede escuchar el motor de dos cilindros de la R nineT. En este lugar, las calles se ensanchan y se llenan de personas a medida que el tren frena en la estación. Es increíble pensar que, unos segundos antes, todos los comercios del lugar dominaban la escena callejera.
En todo ese caos, la policía trata de dirigir el tráfico con megáfonos mientras que la música retumba en los altavoces. Es una escena absolutamente fascinante que resume a la perfección el bullicio de esta abarrotada megaciudad. Este cruce se retransmite en el camino por tres pantallas gigantes situadas en los edificios aledaños, es uno de los símbolos que representa a Tokio.
De acuerdo con Joy Lewis: «El cruce de Shibuya me recuerda a Nueva York. Es igual de caótico. La única diferencia es que en Nueva York te empujan. Aquí son todos muy respetuosos». La piloto está de acuerdo en que ver el cruce sobre una moto vale la pena, aunque esté plagado de peatones. Continuando, a la derecha, filas de Maseratis, Lamborghinis y Ferraris. A la izquierda, Super Mario, Luigi y Spiderman subidos en karts. Al mismo tiempo, se puede vislumbrar la fiebre del manga en todas partes. Tokio parece una especie de país de las maravillas.
Un centro de personalización al otro lado del mundo.
Ciertamente este país puede parecer diferente y exótico, pero en realidad es el centro mundial de la personalización de motocicletas. Durante años, el país se ha destacado por producir obras de arte automovilísticas realmente increíbles.
Tras el estallido de la burbuja económica en Japón, y la falta de dinero que este dejó, la personalización fue una solución provisional. Cuando la idea se puso de moda nuevamente a principios del milenio, el resto del mundo empezó a prestar atención al Lejano Oriente.
De acuerdo con BMW Motorrad, el arte japonés puede apreciarse en cualquier motocicleta customizada. Al darse cuenta de esto, Joy señaló que: «…la calidad es muy importante para los japoneses. Después de todo lo que he visto en Tokio, creo que esa frase es bastante cierta”. También añadió que: “He conocido en esta ciudad a muchas personas a las que les encantan las motos y querían saberlo absolutamente todo acerca de la R nineT Racer. Analizaban a conciencia cada esquina y hueco de la moto. Puedes hacerte una idea del grado de atención que estas personas le prestan a los detalles».
Siguiendo con esta idea, la tienda de personalización de Daisuke Mukasa, con sus motos vintage y componentes antiguos, es un auténtico tesoro escondido. La colección de piezas únicas de Daisuke impresiona a Joy: «Las máquinas que crea a partir de piezas viejas son increíbles, tanto técnica como estéticamente». S
Estas motos no son solo piezas de museo. Daisuke las pilotea en las carreras vintage B.O.B.L. (Battle of Bottom Link), fundadas por él mismo. “Correr sobre una moto vintage y hacer que el pasado cobre vida es una sensación increíble», afirma Daisuke. Fueron estas carreras las que les devolvieron a los aficionados la oportunidad de participar en competiciones asequibles.
De acuerdo con Daisuke, lo más importante son las habilidades del piloto y no el equipamiento de la moto. Para el artista, este es un ideal, y por esa razón en su taller atesora piezas y accesorios únicos. Incluso, el falso techo que cubre el taller está lleno de cajas etiquetadas y acumuladas llenas de tuercas, tornillos y rodamientos. El espacio escasea, como en cualquier otro lugar de Tokio.
Individualidades en una ciudad llena de gente
Después de 30 años, las casas se derriban, se reciclan y se reconstruyen, conforme a la normativa vigente. Esto se debe a que la zona es de espacio escaso y costoso. Por eso, los constructores de esta ciudad, construyen hacia arriba. Treinta y siete de los innumerables rascacielos de la ciudad miden más de 180 metros. Entre todos ellos se destaca la nueva torre Tokyo Sky Tree TV, de 634 metros de altura. Si has visitado la ciudad antes, no la reconocerás si vas una segunda vez.
Como la ciudad está en constante renovación, siempre surgen nuevas tendencias. Por ejemplo, los aficionados a las motos de Drive Thru combinan su pasión por los vehículos con increíbles ideas para personalizarlas. De acuerdo a BMW Motorrad, no solo construyen sus propias piezas custom para las carreras vintage de Daisuke, sino que también se desplazan hasta estas en una caravana vintage.
Por otro lado, hay otra caravana aparcada en el caro distrito de Omotesando, en el centro de Tokio. La alquilan en el sitio web de alojamientos Airbnb. La caravana, equipada con accesorios originales, refleja la cultura japonesa y es un gran ejemplo del singular espíritu de la época.
«Dicen que la calidad es muy importante para los japoneses. Después de todo lo que he visto en Tokio, creo que eso es bastante cierto».
Joy Lewis
Personalizando un estilo de vida
Tal vez, vivir rodeado de una gran multitud hace que la individualidad sea necesaria. Es una realidad y muchas tiendas lo entienden. Por eso, ofrecen productos que satisfacen este deseo de autorrealización. Un ejemplo de ellos es la sede japonesa de la marca de personalización estadounidense Deus Ex Machina. Según BMW Motorrad, Joy se emociona al entrar a la tienda, que es una mezcla de coctelería, taller de personalización, cafetería, tienda de surf y tienda de ropa.
Entre tanta emoción, la piloto se acomoda de inmediato en un estiloso sofá diseñado por su buen amigo el diseñador y obseso de las motos Stephen Kenn. «Me recuerda a la Deus Ex Machina de Los Ángeles, a pesar de la clara influencia e identidad japonesas. Me siento como en casa, sobre todo si estoy sentada en un sofá de Stephen», señaló Joy.
El valor de la artesanía
Luego de estas palabras, Joy conoce al artista de la personalización de Deus, Matthew Roberts, quien nació en Australia. Matthew llegó a Japón en 1991 gracias a un programa de intercambio escolar. El muchacho quedó tan impresionado por el país que se mudó a Tokio de forma permanente en 2005. Ante esto, Matt apunta: «Adoro el gusto por el diseño y la atención al detalle de los japoneses».
Sin dudas, está emocionado porque su pasión por las motos y la personalización vuelve a estar de moda y lo hace saber con las siguientes palabras: «La personalización es un estilo de vida. Incluye el motociclismo, el surf, el patinaje, la moda y un redescubrimiento de la importancia de la artesanía. Todo encaja a la perfección, por eso Deus lo combina todo en un lugar único. Para mí, una moto es como un recipiente, un jarrón en el que volcar tus emociones y experiencias a medida que vives nuevas aventuras. Cuando conduces una moto, te sientes lleno de energía y emoción. Creces como persona y te permite conocer a otras personas y pilotos. Por eso, este estilo de vida es único».
Un retrovisor iluminado
De acuerdo a Matt Roberts, Tokio es el lugar ideal para tener un buen estilo de vida y hacer realidad los sueños de diseño. Sin embargo, a los artistas de la personalización se les dificulta establecerse, ya que el país valora la estética y perfección por encima de todo. Por supuesto, para competir en una sociedad como esta, hay que trabajar duro.
La realidad puede confirmar el estereotipo de trabajadores de los japoneses, cuyas vidas giran en torno a su oficio. De hecho, las personas como Matt o Daisuke conducen sus motos por la noche, cuando las carreteras están vacías. Joy Lewis y la R nineT Racer siguen hoy su ejemplo. La piloto cruza el puente Rainbow y las luces de Tokio se reflejan en el retrovisor de su motocicleta.
Este recorrido no ha llegado a su fin, todavía queda muchas aventuras y anécdotas de la mano de BMW Motorrad y Joy Lewis. En la segunda parte, conoceremos el grandioso taller del artista de la personalización Daisuke Mukasa. También, tendremos una idea de lo que puede sentir un verdadero fan de las motocicletas, y lo mejor de todo, cómo es posible reconstruir máquinas de dos ruedas sin que pierdan su encanto en las carreteras. No te pierdas la segunda parte de este grandioso viaje.